En la serena vereda Alto de San Juan, Rovira, Tolima, se despierta la vida con la llegada de una nueva temporada de cosecha en Café Lazzaro. Es un momento de expectación y maravilla, donde las flores del café, como delicadas estrellas blancas, adornan los campos con su fragancia embriagadora.
Las flores del café, precursoras de una cosecha de calidad, son el primer indicio de la promesa que aguarda en los meses venideros. Con cada brote, cada pétalo que se despliega con gracia, se anticipa el nacimiento de los frutos que darán origen a nuestro café excepcional.
En la Finca El Placer, donde el compromiso con la excelencia es una tradición arraigada, los agricultores observan con atención cada detalle del proceso. Cada flor es una señal de que la naturaleza sigue su curso, que la tierra está lista para ofrecer sus frutos con generosidad y gratitud.
El inicio de una cosecha de calidad en la vereda Alto de San Juan es más que una celebración agrícola; es un tributo a la dedicación y al trabajo arduo de nuestros agricultores. Es un recordatorio de la conexión profunda entre el hombre y la tierra, entre el esfuerzo humano y la generosidad de la naturaleza.
Con cada flor del café que florece, se aviva la esperanza de una cosecha abundante y de calidad. Y en Café Lazzaro, nos sentimos honrados de ser parte de este ciclo de vida, de presenciar la belleza efímera de las flores del café y de compartir la alegría de cada nueva cosecha con el mundo.
